Diferencias entre colesterol y triglicéridos | Gourmet®

Aunque no lo creas, es bastante frecuente que muchas personas piensen que el colesterol y triglicéridos son lo mismo.

Sin embargo, en realidad son distintos tipos de lípidos que desempeñan funciones diferenciadas en el cuerpo (Mayo Clinic, 2020).

Si bien el colesterol y triglicéridos son necesarios para el organismo, debes mantener un estilo de vida saludable, haciendo énfasis en la alimentación y la actividad física, para evitar que los niveles de estos se eleven (Martínez, s.f.).

Y es que, cuando esto ocurre, se puede acumular grasa en los vasos sanguíneos, lo cual podría impedir la llegada de la sangre a los tejidos.

Esto haría que aumente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque cardiaco (Martínez, s.f.).

Pero, ¿quieres conocer, en definitiva, cuál es la diferencia entre colesterol y triglicéridos? Entonces, sigue leyendo.

Colesterol y triglicéridos: su importancia y diferencias

¿Cuáles son las diferencias entre colesterol y triglicéridos?

El colesterol y triglicéridos son diferentes tipos de lípidos.

Dentro de los lípidos encontramos los triglicéridos —que incluyen los ácidos grasos y aceites—, los fosfolípidos —como la cefalina— y los esteroles —donde se encuentra el colesterol — (Cabajal, s.f.).

Sus funciones

Por una parte, el colesterol se usa para construir células y ciertas hormonas.

Por otra parte, los triglicéridos guardan las calorías no utilizadas y las libera cuando el cuerpo necesite energía (Cox & García-Palmieri, 2020).

Estos lípidos circulan en la sangre a través de un “vehículo” llamado lipoproteína.

En cuanto al colesterol, dependiendo al tipo de lipoproteína al que vaya unido, puede ser colesterol de alta densidad (HDL), el cual recoge el colesterol en exceso del cuerpo y lo lleva al hígado para ser eliminado.

Por eso es considerado como colesterol “bueno” (Martínez, s.f.).

Por otro lado, también existe el colesterol de baja densidad (LDL), que va a los diferentes tejidos transportando el colesterol que las células necesitan.

Sin embargo, estas lipoproteínas tienden a permanecer mucho tiempo en la sangre, lo que puede hacer que se adhieran a las paredes de las arterias y contribuyan con la formación de placas (Martínez, s.f.).

Por eso, el colesterol LDL es conocido como colesterol “malo”, pues puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (Martínez, s.f.).

Las principales fuentes de su origen

La mayoría del colesterol que hay en nuestro cuerpo lo produce el hígado. De hecho, el hígado contabiliza el colesterol que se consume con la dieta para saber qué tanto producir (Fundación Hipercolesterolemia Familiar, s.f.).

En contraste, los triglicéridos, aunque también son producidos por el hígado, provienen principalmente de la dieta, como del alto consumo de carbohidratos, ya que el exceso de azúcares el cuerpo los transforma en triglicéridos para ser almacenados como reserva de energía (Fundación Hipercolesterolemia Familiar, s.f.).

Al igual que pasa con el colesterol, tener altos niveles de triglicéridos no es bueno para el corazón (MedlinePlus, 2019; Cox & García-Palmieri, 2020).

Importancia de llevar una dieta cardiosaludable para cuidar tus niveles de colesterol y triglicéridos

Las grasas, incluido el colesterol y triglicéridos, son parte importante de la dieta, pues, como ya vimos, estas son esenciales para ayudar al cuerpo a desarrollar sus funciones con normalidad (Martin, 2018).

Así que no debes eliminarlas de la dieta, sino escoger con mayor frecuencia las fuentes de grasas saludables, reducir el consumo de grasas saturadas y evitar las grasas trans.

Las de origen vegetal; en general, son más saludables que las de origen animal (Martin, 2018).

Elige fuentes como los aceites vegetales para cocinar y preparar tus alimentos como el aceite de canola, girasol y oliva (AHA, 2018).

La recomendación es que el 30% de las calorías diarias correspondan al consumo de grasas saludables (ICBF y FAO, 2015).

Recuerda, un consumo balanceado de grasas saludables no debería acarrear problemas de salud.

¡Si cuidas tu alimentación, podrás disfrutar de un mayor bienestar!

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