Fritos crocantes:7 tips para que queden crujientes| Gourmet®

Los fritos hacen parte esencial de la comida típica colombiana. Desde el desayuno hasta la comida, podemos incluirlos sin repetir la preparación. Hay buñuelos, arepa de huevo, carimañolas, patacones, empanadas, pescado frito y la lista sigue.

Ya que gustan tanto, saber prepararlos como se debe es una ventaja. Hemos reunido 7 tips para hacer que tus fritos queden más crocantes y hacer que duren así por más tiempo. Anímate a intentar alguno de ellos y deleitar a toda tu familia con estas preparaciones.

Fritos crocantes: 7 tips para que tus comidas queden crujientes

¿Qué hace crujiente a los fritos?

Sentir el “crunch” en la boca al comer una papa frita, o cualquier otro tipo de fritos, es bastante estimulante. Te hace querer comer uno más y otro, ¿no lo crees? Ese delicioso efecto crocante se logra cuando al sumergir en aceite hirviendo los alimentos, estos eliminan rápidamente el agua (Clickmica, s, f.).

 

Por lo general, los aceites empleados para freír llegan a alcanzar temperaturas entre los 150°C y 190°C. Con un medio tan caliente, la parte más externa de los alimentos que está en contacto directo con el aceite, es la queda más crujiente (Clickmica, s, f.)

 

¿Quieres lograr que tus fritos queden muy crocantes? Solo debes seguir estos 7 tips para lograrlo: 

1. Remoja en vinagre lo que vayas a freír

Es un truco milenario para lograr que alimentos como papas, yuca o plátano queden crocantes al freírlos. Se trata de sumergir estos alimentos en agua helada con una cucharada de vinagre y una de sal durante nueve minutos (MAG, 2021).

 

Solo debes pelar y cortar en trozos grandes (o tajar) la papa, la yuca o el plátano antes de sumergirlos en el agua con vinagre y sal. La ciencia detrás de este tip está en que el vinagre logra equilibrar el almidón que contienen estos alimentos. Esto hace que se produzca una doble cocción y así se frían más fácilmente (MAG, 2021).

2. Seca muy bien los alimentos

Mezclar agua con aceite hirviendo produce salpicaduras que te pueden quemar la piel. Además, dejar aumentar la humedad baja la calidad del aceite. Por esto, es aconsejable que seques muy bien los alimentos antes de freírlos. Puedes hacerlo con toallas de papel de cocina (Jordán, 2019).

 

La hidrólisis es la reacción entre el agua y el aceite que hace que se aumenten los ácidos grasos libres. Lo que puede hacer que sepa y huela mal y esto se pase a los alimentos (López, 2018). Asegúrate de eliminar cualquier exceso de humedad. 

3. Reboza en su justa medida  

Alimentos como las verduras y las carnes, con gran contenido de agua, es mejor pasarlas por un rebozado antes de freírlas. Prepara un rebozado más saludable mezclando cantidades iguales de avena en hojuelas trituradas y harina. 

Luego de secar muy bien los alimentos, los pasas por huevo batido y luego por la mezcla de avena y harina. Es importante que escurras bien el exceso de rebozado. Déja reposar unos minutos los alimentos y luego, a freír (La Vanguardia, 2020).

4. Usa el aceite correcto para tus fritos

No todos los aceites sirven para lograr fritos crujientes. Las mezclas de aceites (alquimias), cuentan con el equilibrio perfecto. Además, soportan altas temperaturas y no se queman, como Gourmet® Familia.

Otro aceite que también es muy bueno para tus fritos es el de canola. Contiene vitaminas A, E y D, Omega 3 y Omega 6 (Discovery, 2020). Conserva muy bien las características de los alimentos hasta los 185°C, lo que lo hace un aceite resistente.

5. Calienta el aceite a la temperatura perfecta

¿Has escuchado hablar del punto de humo? Se trata de la temperatura máxima  que alcanza un aceite y, si la sobrepasa, comienza a perder sus propiedades. La temperatura adecuada para freír es de 180°C. Debes elegir un aceite que soporte temperaturas más allá de esos grados (Chavarrías, 2020). 

Pero, ¿cómo saber la temperatura indicada, sin termómetro? Pon aceite suficiente para freír con la llama alta. Cuando se comiencen a formar pequeñas ondas en el aceite, agrega un trozo de pan y espera. Si sube a la superficie y empieza a burbujear, ¡está listo para freír! (Aymerich, 2020).

6. Agrega poco a poco los alimentos al aceite

¿Vas a freír varias piezas a la vez, como papas fritas o croquetas? Agrega pequeñas cantidades al aceite. Los alimentos están más fríos que el aceite, cuando agregas muchos a la vez, bajas la temperatura del aceite. Esto hará que absorban más grasa (Dominguez, 2021).

En este consejo cobra especial interés el punto número dos. Secar muy bien los alimentos también te ayuda a que no lleguen tan fríos al aceite. Igual debes verificar que la temperatura de este no se haya bajado demasiado. 

Si notas que se ha enfriado el aceite, no sigas con la fritura. Espera hasta que el aceite  vuelva a la temperatura adecuada. Recuerda el truco del trozo de pan, si no tienes termómetro (Dominguez, 2021).

7. Escurre el exceso de aceite en tus fritos

Cuando el alimento que fríes toma un color dorado, es momento de sacarlo del aceite. Tras la fritura, deja escurrir el aceite en una espumadera o cucharón para escurrir. 

Agita unos 30 segundos sobre la sartén donde estés friendo. Luego, pasa a un recipiente con toallas de papel para que se terminen de escurrir (Goodfries.eu., s.f.). Un truco para darle una textura más crocante a los fritos es cocinarlos en el horno durante un minuto después de freírlos (La Vanguardia, 2020). 

O, si son varios, no los amontones sobres las toallas de papel que usas para eliminar el exceso de grasa. Dales espacio para que no se humedezcan y pierdan su “crunch” (VelSid, 2020).

Ya con estos consejos podrás convertirte en el máster de los fritos. Desde tempura de verduras, chuleta valluna, chicharrón tostadito o una milanesa como la de tu restaurante favorito. Hay miles de recetas que podrás hacer en casa con estos tips que te acabamos de compartir. Anímate a poner en práctica estos consejos y ¡lleva tus fritos a otro nivel!

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